SEÑO MARIBEL
Me gustaría poder expresar en este momento, todo lo que siente mi corazón.
Tengo tantas cosas que decir que no sé
por dónde empezar…
Aunque creo que empezaré dándote las gracias,
porque con tu ayuda, he conseguido llegar
un poquito más lejos.
Todos los profesores son importantes ,
pero hay algunos, muy poquitos, que te marcan especialmente.
Éstos, son los que
recordaremos a lo largo de toda la vida.
Un antiguo proverbio dice que...
Alguien que vale la pena es aquel que:
Ríe mucho y muchas
veces; goza del cariño de niños como yo; sabe encontrar lo mejor de los
demás; deja el mundo un poquito mejor de como se lo
encontró y
deja tras de sí muchos y buenos recuerdos.
Por todo eso podemos afirmar, seño
Maribel, que tú vales la pena.
Trabajando juntos no hemos reído
mucho...¿verdad seño?
Cuando no vienes, te echamos de menos. Eso
es cariño ¿a que si?
Siempre has tenido una palabra de ánimo
para que no me viniera abajo.
La clase, sin ti, no será lo mismo.
¿Qué voy a hacer ahora sin sentir tu
respiración detrás de mí?
Seño, no te vayas de golpe, será muy duro.
Hazlo poquito a poco,
que casi no me de cuenta.
¡Te voy a echar mucho de menos!
¡Te quiero!
Un alumno.