Tempranito, como se suelen empezar las cosas bien hechas y, sobre todo, para poder estas el mayor tiempo posible con nuestros amigos.
A las nueve y media el reencuentro.
Nos estaban esperando en la entrada de el cole...como cuando se espera a alguien importante...
y es que eso es lo que somos nosotros para ellos y ellos para nosotros.
El reencuentro...¡maravilloso!
Abrazos y besos de amigos que hacía tiempo que no se veían, pero con una complicidad como si nos hubiéramos visto ayer mismo.
Conocimos el nuevo aula...no se merecen menos, muy amplia, aunque...como es lógico se nos quedó pequeña.
Después del magnifico recibimiento que nos dieron, comenzamos con nuestra tarea.
Porque no hay mejor premio que trabajar y divertirnos entre amigos.
De todo lo que allí sucedió os dejo una muestras en estas fotos.
Solo quiero que os fijéis especialmente en las fotos de la despedida...hablan por sí solas.
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| Explicando el por qué de nuestro encuentro. |
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| Listos para el trabajo... |
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| Cómo les gusta trabajar...y qué bien lo hacen |
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| Buen ambiente |
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| El trabajo empieza a dar sus frutos |
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El trabajo alimenta el espíritu...
pero a esos cuerpos hay que darle algo pa quemar |
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| Reinó el silencio |
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| Como agradecimiento les cantamos nuestro villancico |
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| Lo que bien empieza... |
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| Aquí tenéis el resultado de nuestra jornada de trabajo |
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| ¡Bonito, enh! |
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| Formamos un gran equipo |
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| Sin ellos nada de esto hubiera sido posible |
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| Nos regalaron un diploma |
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| Empiezan a intuir que la jornada toca a su fin... |
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| ¿Qué se puede decir ante esta imagen...? |
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| Yo solo añadiría que de vez en cuando, solo de vez en cuando, podríamos imitar algunos de estos comportamientos |
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| ¡Hasta la próxima, amigos! |
Ya lo habéis visto...indescriptible.
Solo me queda agradecer a Paqui y a Rafa, responsables del aula específica, que nos hayan dado la posibilidad de hacer realidad, una vez más una experiencia de este tipo, que se hayan volcado con nosotros de la manera que lo han hecho y de abrirnos las puertas de su aula para hacerla nuestra y de todos.
Y al mundo gritamos que nos sentimos orgullosos y unos privilegiados por poder disfrutar de la amistad de unos niños tan especiales como ellos.
¡Yo tengo un amigo especial!
